En las sombras del poder
El viernes pasado el presidente Trump despidió de su cargo, horas antes de su jubilación, al número dos del FBI. Después de festejarlo públicamente un nuevo terremoto político sacudió el país. El comandante en jefe nuevamente se enfrentaba con sus servicios de inteligencia, el porqué de esta disputa? la investigación en torno al accionar de los rusos y las acciones del presidente durante la investigación de la “injerencia” rusa durante las elecciones presidenciales. Intromisión que de acuerdo a las investigaciones no sólo perjudicaron a Hillary sino que se dieron a favor de Donald Trump.
Pero la investigación del RUSIAGATE parece estar poniendo cada vez más nervioso al presidente y su entorno, quizás por esta razón decidió atacar públicamente al investigador independiente colocado por el departamento de justicia, el respetado y reconocido Robert Muller. Como sucede cada vez que quiere dar un anuncio twitter fue su arma elegida:
«¿Por qué el equipo de Mueller tiene 13 demócratas endurecidos, algunos grandes partidarios de la Deshonesta Hillary y cero republicanos? Un nuevo demócrata fue recientemente añadido».
Ante estas declaraciones legisladores republicanos le advirtieron por primera vez a Trump que no se atreviera a despedir de sus funciones al investigador Muller, ya que esto incluso podría significar el comienzo del fin de su presidencia.
Si el caso del envenenamiento del ex espía ruso en suelo inglés deja a la vista que las películas de espías están entre nosotros, la investigación en torno al presidente, sus negocios en Rusia, la intromisión de Moscú a su favor en la campaña y las decisiones de Trump hacia quienes investigaron e investigan el tema podrían convertir este 2018 en uno de los más intensos en materia de política internacional.
La sombra de Trump se hace cada vez más presente a medida que el ex director Muller, investigador principal del Rusiagate, se acerca al inquilino de la casa blanca.